El inconsciente es un concepto que elabor\u00f3 Freud para dar cuenta de su descubrimiento, a partir del cual naci\u00f3 una nueva disciplina, el psicoan\u00e1lisis. Con el paso de los a\u00f1os y con la impronta dejada por sus continuadores, el psicoan\u00e1lisis fue adquiriendo una direcci\u00f3n que cada vez la iba alejando m\u00e1s de su n\u00facleo original y de su esencia. Cuando Lacan apareci\u00f3 en el mundo del psicoan\u00e1lisis, su apuesta fuerte consisti\u00f3 en devolverle al descubrimiento freudiano \u201cel filo tajante\u201d de su verdad, ya olvidada, ignorada o reprimida en el interior del movimiento psicoanal\u00edtico que sin embargo permanec\u00eda reclam\u00e1ndose fiel a los preceptos del fundador.<\/p>\n
Es as\u00ed que propuso el retorno a Freud y en este movimiento a las fuentes, el foco de su trabajo residi\u00f3 precisamente en el concepto de inconsciente. Sin embargo, cuando en el a\u00f1o 1964, en ocasi\u00f3n de iniciar su onceavo seminario anual, \u201cLos cuatro conceptos fundamentales del psicoan\u00e1lisis\u201d (sobre el que girar\u00e1 este seminario), luego de haber sido excluido de las listas de analistas did\u00e1cticos de la Asociaci\u00f3n Internacional y en el mismo a\u00f1o que fund\u00f3 la Escuela Freudiana de Paris, arroj\u00f3 una afirmaci\u00f3n que seguramente habr\u00eda sorprendido a su auditorio si lo hubieran escuchado bien: dijo que lo que iba a explicar con el nombre de inconsciente era algo diferente de lo que ense\u00f1\u00f3 Freud. Por ese motivo figura como t\u00edtulo del primer cap\u00edtulo del seminario mencionado: \u201cEl inconsciente freudiano y el nuestro\u201d. Incluso unos a\u00f1os mas tarde lleg\u00f3 a afirmar que \u201cel inconsciente, hay que decirlo, es de Lacan, aunque el campo sea freudiano\u201d.<\/p>\n
Dos apuestas que en principio parecen contradictorias: retornar a las fuentes del descubrimiento freudiano del inconsciente y formular otra concepci\u00f3n del inconsciente. A mi juicio, ambas afirmaciones son ciertas y la contradicci\u00f3n no es tal. Se trata de comprender el alcance de cada una.<\/p>\n
La consigna lacaniana del \u201cretour \u00e0 Freud\u201d \u2013retorno a Freud\u2013 dado el equ\u00edvoco que en franc\u00e9s promueve la preposici\u00f3n \u201c\u00e0\u201d puede leerse como retorno \u201chacia\u201d Freud pero tambi\u00e9n retorno \u201cde\u201d Freud. Esta \u00faltima versi\u00f3n nos permitir\u00eda entender la frase en el sentido del retorno de lo reprimido. Lo que Lacan apunta resucitar es la verdad freudiana, una verdad reprimida en el movimiento psicoanal\u00edtico. \u00bfCual? Aquella que describe el inconsciente a nivel de los procesos primarios, con locas conexiones radicalmente ajenas a las coordenadas que especifican el pensamiento y buscan su satisfacci\u00f3n en una reproducci\u00f3n alucinatoria. Todos estos t\u00e9rminos, no hab\u00edan sido olvidados o reemplazados por los continuadores de Freud, pero solo se los repet\u00eda como parte de un dogma incomprendido al mismo tiempo que la pr\u00e1ctica anal\u00edtica hab\u00eda sido encausada en el registro de un dialogo comprensivo, explicativo, de esclarecimiento, perfectamente enmarcada dentro de las coordenadas de la conciencia.<\/p>\n
Hay otra posibilidad de leer la frase \u201cretorno a Freud\u201d que es m\u00e1s patente en franc\u00e9s que en castellano. Retornar tambi\u00e9n significa volver, dar la vuelta, incluso dar vuelta algo, es decir ponerlo al rev\u00e9s. En Seminario XVII lo titul\u00f3 \u201cEl rev\u00e9s del psicoan\u00e1lisis\u201d y, como lo explic\u00f3 con toda claridad, su propuesta te\u00f3rica apuntaba a poner patitas para arriba la fundamentaci\u00f3n dada por Freud del teor\u00eda psicoanal\u00edtica. Estas cosas tienen un gran peso a la hora de leer a Lacan entendiendo que es un continuador de Freud. Es preciso advertir el alcance del viraje que introduce en la comprensi\u00f3n psicoanal\u00edtica, porque sino, es mi hip\u00f3tesis, se termina encontrando en el texto de Lacan, lo mismo que planteaba Freud.
\nNo hay mejor manera de apreciar la concepci\u00f3n del inconsciente que tiene cada analista, que observando la t\u00e9cnica interpretativa que utiliza. Porque la t\u00e9cnica de la interpretaci\u00f3n anal\u00edtica que Freud ense\u00f1\u00f3 esta profundamente ligada a la naturaleza de su objeto, el inconsciente y sigue los sinuosos caminos de los puentes verbales despegados de las exigencias l\u00f3gicas del pensamiento. No es que el inconsciente sea a-l\u00f3gico o il\u00f3gico sino que responde a otra l\u00f3gica que es preciso reconocer.<\/p>\n
Los sucesivos desv\u00edos dentro de la historia del psicoan\u00e1lisis fueron acompa\u00f1ados de un alejamiento progresivo del instrumento de la palabra para producir las resonancias, las asonancias, las consonancias, los equ\u00edvocos del significante, en el empleo de la interpretaci\u00f3n del inconsciente. Algo muy diferente de la explicaci\u00f3n comprensiva, el esclarecimiento. Esta dimensi\u00f3n de la pr\u00e1ctica anal\u00edtica no fue un descubrimiento de Lacan. Freud abri\u00f3 ese camino y explic\u00f3 el m\u00e9todo para acceder al enigm\u00e1tico orden de determinaci\u00f3n del campo subjetivo que es el inconsciente. Esta dimensi\u00f3n del inconsciente es, a mi juicio, aquella que Lacan retom\u00f3 y reformul\u00f3 por referencia a de la estructura del lenguaje.<\/p>\n
\u201cEl inconsciente est\u00e1 estructurado como un lenguaje.\u201d Aforismo que de alguna forma es la marca de la ense\u00f1anza de Lacan. Que el inconsciente este estructurado como un lenguaje no quiere decir que la conciencia y el preconciente tengan una estructura no lenguajera. Los pensamientos, los recuerdos, los conocimientos, etc., tienen una osamenta derivada del lenguaje. Sucede que al Sistema Prec.\/Cte Freud ya lo hab\u00eda articulado al lenguaje cosa que no hizo con el inconsciente, aun cuando su descubrimiento del inconsciente fue realizado \u00edntegramente en el campo del lenguaje. La subjetividad humana esta estructurada por el lenguaje, no solamente el inconciente.<\/p>\n
Freud plante\u00f3 que la percepci\u00f3n forma parte esencial en la estructura del aparato ps\u00edquico. Habl\u00f3 del sistema Percepci\u00f3n-conciencia. Las sensaciones y percepciones, aun cuando sean funciones directamente apoyadas en estructuras neurofisiol\u00f3gicas, se inscriben en la memoria articuladas a la malla del significante. En una gama de colores un sujeto puede distinguir la percepci\u00f3n del rojo, el violeta y el azul, pero si dentro de su c\u00f3digo no figura el significante violeta, la percepci\u00f3n del violeta quedar\u00e1 registrada como azul o roja. No es la percepci\u00f3n de la imagen del \u00e1rbol la que nos permite ver un \u00e1rbol sino la palabra \u00e1rbol a la que dicha percepci\u00f3n se articula. Cuando en nuestro campo perceptivo entra algo que no tiene nombre, que es desconocido, inmediatamente buscamos ponerle palabras para integrarlo en nuestra realidad lenguajera. En el ser hablante el sistema perceptivo se integra a la funci\u00f3n de la conciencia por intermedio de la estructura simb\u00f3lica del lenguaje.<\/p>\n
En cuanto a Freud, describi\u00f3 el inconsciente como una estructura topol\u00f3gica donde est\u00e1n inscriptas representaciones excluidas del campo perceptivo, de la conciencia y del preconciente que, por as\u00ed decir, lo recubren. Las formaciones del inconsciente, es decir el retorno de lo reprimido, tienen una localizaci\u00f3n topol\u00f3gica particular: irrumpen en la superficie ps\u00edquica, en el seno del sistema de percepci\u00f3n y conciencia, pero portan la marca de lo reprimido, algo que se caracteriza por situarse, como se expres\u00f3 Freud, \u201centre percepci\u00f3n y conciencia\u201d. Esto quiere decir, que la irrupci\u00f3n del inconciente en la conciencia, conserva cierta heterogeneidad con relaci\u00f3n a la superficie donde reaparece, e introduce en ella una fisura, algo que rompe la pantalla.<\/p>\n