La teología cristiana afirma que la verdad de Dios, revelada solo parcialmente a Israel, alcanzó su plena revelación a través de Jesús. Con esto, el estatuto de la verdad divina se desplaza, desde su original apoyatura en la materialidad de la letra, hacia el campo de la palabra y el logos. Dios conserva su función y su poder en el Nombre pero la fe cristiana también propone suponerlo en el campo del Otro.
Norberto Rabinovich Blog