Asistiendo como oyente a las clases de Charcot, Freud quedó profundamente impactado por los efectos de la sugestión post-hipnótica que el maestro enseñaba. Aproximadamente 35 años después, en una obra que llamó “Compendio del Psicoanálisis”, escribió con detalle el fenómeno observado. “El médico (Charcot) entra en la sala del hospital, apoya su paraguas en el rincón, hipnotiza a uno de sus pacientes y le dice: ahora me voy, cuando vuelva Ud. saldrá a mi encuentro con mi paraguas abierto y lo mantendrá sobre mi cabeza. Entonces el médico y sus ayudantes abandonan la sala. En cuanto vuelve, el paciente que ya no estaba hipnotizado, lleva a cabo exactamente las instrucciones que se le dieron mientras estaba bajo la hipnosis.
Norberto Rabinovich Blog