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Categoría: Publicaciones

El pecado original del psicoanálisis

La forma de decir de Norberto Rabinovich destraba las resistencias de los propios psicoanalistas. Porque nos encontramos con la dificultad de la revisión de un saber y sus efectos en la práctica. EL PECADO ORIGINAL DEL PSICOANÁLISIS posee pasajes básicos,emblemáticos, sustanciales, y un planteo que desata en el lector cierta discontinuidad en el hábito de leer una frase siempre igual.

Lágrimas de lo real

No llaman la atención las lágrimas en la cara de quien ha perdido un ser amado por muerte o abandono. Es comprensible el llanto impotente de quien es objeto de una violencia arbitraria o sufre una gran desilusión. Un intenso dolor de muelas también puede hacer llorar. Nada nos interroga cuando las lágrimas brotan a causa de una experiencia de sufrimiento evidente.

El inconsciente lacaniano

El inconsciente es un concepto que elaboró Freud para dar cuenta de su descubrimiento, a partir del cual nació una nueva disciplina, el psicoanálisis. Con el paso de los años y con la impronta dejada por sus continuadores, el psicoanálisis fue adquiriendo una dirección que cada vez la iba alejando más de su núcleo original y de su esencia. Cuando Lacan apareció en el mundo del psicoanálisis, su apuesta fuerte consistió en devolverle al descubrimiento freudiano “el filo tajante” de su verdad, ya olvidada, ignorada o reprimida en el interior del movimiento psicoanalítico que sin embargo permanecía reclamándose fiel a los preceptos del fundador.

La letra y la verdad

El Nombre del Padre es uno de los conceptos más originales e importantes introducidos por Lacan en la teoría psicoanalítica. Incorporó un fundamento diferente al elaborado por Freud acerca de la función del padre como soporte de la ley en el ser hablante. No obstante, la articulación del Nombre del Padre y la ley incluye resortes mucho más complejos y contradictorios que aquellos que figuran en las versiones de sus discípulos.

El acto analítico y su razón poética

Una singularidad de la práctica analítica, a diferencia las psicoterapias que apuntan a ampliar, rectificar o modificar la conciencia del sujeto, reside en que un psicoanalista busca confrontar al sujeto con lo que insiste del inconciente. Para lograr tal propósito debe renunciar a nutrir el diálogo analítico dentro del circuito del discurso común, es decir usar su lugar de intérprete para ampliar o corregir los conocimientos de sus pacientes. Interpretar el inconciente es algo muy diferente de hacerlo saber. Es hacer que la palabra consuene en esa especie de caja de resonancia que es la estructura del inconciente […]

Transmisión del significante

Hace algunas décadas los científicos empezaron a decodificar la información genética “escrita” en el ADN cuya información es “leída” por el organismo vivo que la recibe convirtiéndose en guía de su constitución biológica. A esta propiedad se la llamó “universalidad del código genético”, aunque dicha universalidad permanezca restringida solamente a las formas de vida conocidas hasta hoy.

Ética y herejía

Toda sistematización de las normas sociales y el arreglo de sus instituciones, constituyen el fundamento de cualquier orden colectivo. Pero no puede desconocerse que el fundamento de tal fundamento, es la estructura del lenguaje y la equivocidad irreductible de las palabras. A partir de tal axioma, el autor propone que hay una relación lógica disyunta, de exclusión entre, por un lado, el comportamiento moral o religioso sostenido en la obediencia a las prescripciones del sistema normativo, y por el otro, el acto ético donde el sujeto asume la responsabilidad de interpretar, y con ello de elegir, el sentido, necesariamente ambiguo, de la regla a cumplir.

Síntoma y repetición: fenomenología

Había pensado inicialmente titular esta charla simplemente como fenomenología del síntoma. Dado que era la primera del ciclo donde distintos expositores hablarán de la clínica del síntoma, del síntoma tal como lo específica el psicoanálisis, me había propuesto cernir aquello que en la clínica podemos identificar como su núcleo duro, el resorte específico. Es decir, identificar fenoménicamente, lo que propiamente se corresponde con el concepto de síntoma en el amplio abanico de expresiones.

¿Acotar el goce?

La indicación técnica de “acotar el goce” ha cobrado en los círculos lacanianos una inmensa relevancia. Por sí misma la mencionada expresión no es a mi juicio ni correcta ni incorrecta; es simplemente insuficiente. Dado que la categoría de goce es multifacética, sería necesario aclarar su especificidad conceptual para cernir mejor su alcance.